Las zapatillas para correr son la herramienta clave para correr de forma segura y eficiente. Ofrecen amortiguación, estabilidad y protección, pero con el tiempo pierden eficacia si no se cuidan adecuadamente. Descubre cómo mantenerlas para que duren más y prevenir lesiones.
Cuidado del calzado: qué hacer, con qué frecuencia y por qué
Para que tus zapatos te acompañen durante mucho tiempo, sigue algunas prácticas sencillas y periódicas. Estos son los consejos de mantenimiento más importantes:
1. Seca tus zapatillas después de correr
¿Por qué? La humedad del sudor, la lluvia o los charcos pueden dañar los materiales y hacer que los zapatos pesen más. Además, un interior húmedo crea el ambiente ideal para las bacterias y los malos olores.
¿Cómo?
- Después de cada carrera, deja que tus zapatillas se aireen.
- Retira las plantillas extraíbles y sécalas por separado.
- Llénalas con periódico para absorber la humedad.
¿Puedo secar mis zapatillas con secador o en la secadora?
¡No! Las altas temperaturas dañan los materiales.
¿Puedo secar mis zapatillas al sol?
No. La luz directa y los rayos ultravioleta pueden hacer que los materiales se vuelvan quebradizos.
¿Con qué frecuencia? Después de cada paseo, especialmente en condiciones húmedas.
2. Limpia tus zapatillas
Las zapatillas para correr acumulan suciedad y humedad, lo que puede reducir su vida útil y funcionalidad. Es esencial una limpieza regular y suave. He aquí cómo hacerlo mejor:
- Preparación: Quitar plantillas y cordones. Estos se pueden limpiar y secar por separado para ayudar a ventilar las zapatillas.
- Quitar la suciedad: Eliminar el barro y pequeñas piedras de la suela con un cepillo duro.
- Limpieza: Limpiar la parte superior (parte superior) con una esponja o paño húmedo, utilizando un detergente suave o jabón neutro en agua tibia. Evita la lejía o productos agresivos.
- Enjuague: Enjuagar con cuidado, sin mojar excesivamente para evitar daños a los materiales.
- Secado: Seca tus zapatillas a temperatura ambiente, evitando fuentes de calor. Rellénalos con periódico para acelerar el secado y mantener la forma.
¿Puedo lavar mis zapatillas en la lavadora?
¡No! La lavadora puede dañar los acolchados y las piezas pegadas.
¿Cuándo limpiarlos? Después de paseos especialmente embarrados o polvorientos.
3. Zapatillas alternativas
¿Por qué? El uso de un segundo par de zapatillas alarga el tiempo de recuperación de la zapatilla principal y reduce el desgaste.
¿Cómo?
- Utiliza diferentes zapatillas para diferentes tipos de carrera (por ejemplo, zapatos de trail o de carretera).
- Espera al menos 24 horas antes de usar el mismo par de zapatillas después de correr.
¿Con qué frecuencia? Alternelos regularmente.
4. Inspección periódica y reemplazo oportuno
¿Por qué? Las zapatillas gastadas ofrecen menos protección y pueden empeorar la economía de carrera.
¿Cómo?
- Comprueba la banda de rodadura de la suela para detectar signos de desgaste.
- Verifica si hay daños visibles en la parte superior o cambios en la amortiguación.
- Reemplaza tus zapatos después de aproximadamente 600-800 km, dependiendo de tu estilo de carrera y las superficies recorridas.
¿Con qué frecuencia? Verifica cada pocas semanas y realiza un seguimiento del kilometraje.
Conclusión
Cuidar tus zapatillas para correr requiere poco esfuerzo pero ofrece grandes beneficios. Con sencillos pasos como secar, limpiar y alternar tus zapatos, podrás alargar su vida, mejorar la comodidad y prevenir lesiones. Recuerda: tus zapatos son tus compañeros de confianza: ¡trátalos bien y te recompensarán!