Ruth Helfenstein tiene 90 años y sigue en plena forma, tanto física como mentalmente. Correr ha hecho ayudado significativamente. En esta entrevista nos cuenta cómo el running ha contribuído a conseguirlo.
Hoy, Ruth corre por su salud. Quiere mantenerse en forma incluso a una edad avanzada y su método para hacerlo es correr. «A los 90, definitivamente no eres más rápido, pero correr sigue siendo bueno para mí. Me mantiene en forma y me hace sentir bien conmigo misma”, así describe esta nativa de Basilea su impulso para correr. La rutina de carrera de Ruth es impresionante: marcha o corre todos los días y corre una vez por semana en una carrera virtual de 5 kilómetros. Sin embargo, no siempre fue así.
Nacida en 1931 y criada en el centro de Suiza durante la Segunda Guerra Mundial afirma que correr nunca fue una opción en su entorno. Y ciertamente menos para ella al ser mujer. No fue hasta los 58 años que empezó a correr aunque al principio no merecía la descripción de «correr»: «Mi novio me convenció de participar en la Carrera Femenina Suiza. No tenía ni idea de cómo iba a hacerlo así que seguí un plan de preparación de 10 semanas. Al principio, el programa alternaba entre un minuto de marcha y un minuto de trote suave. Eso fue todo un desafío para mí en ese momento. Pero ella se mantuvo firme y el correr de repente se volvió más fácil. En retrospectiva, Ruth sabe que esta carrera de mujeres marcó el comienzo de un nuevo capítulo en su vida.
Correr y sus efectos se convirtieron en una parte integral de la vida de Ruth. Decidió unirse a un grupo de corredores donde hizo amistades que hasta el día de hoy. Y comenzó a explorar el mundo de las carreras: «En todos los continentes de este mundo he competido en al menos un evento. Ya fuera el medio maratón «TwoOceans» en Ciudad del Cabo, el maratón de Berlín o el medio maratón de Nueva York. Correr me llevó por todo el mundo. Estoy muy agradecida por eso. En el proceso, la tardía Ruth también se ha hecho un nombre en las categorías de masters. Puede llamarse a sí misma campeona mundial de grupos de edades múltiples e incluso tuvo el récord mundial de 400 m bajo techo para mayores de 80 años durante un tiempo.
Cuando comenzó la pandemia de Coronavirus hace dos años, esto obligó a Ruth a cancelar su participación en el Medio Maratón de Nueva York se convenció brevemente a sí misma que se había «cansado» de correr. Pero en mayo del mismo año, descubrió las carreras virtuales de la aplicación viRACE. Le cautivó especialmente el reto Migros Run N’ Win semanal y sus más de 90 carreras virtuales de 5 km completadas lo prueban con creces.
Hoy, con más de 90 años, los efectos de la actividad de correr de Ruth están omnipresentes en su vida cotidiana: «Mi generación realmente ya no existe, a veces me siento como un remanente de ella». Muchos de sus compañeros han fallecido y otros tienen problemas mentales y físicos. «Estoy agradecida de no salir y quejarme sobre un andador. Claro, nunca puedes controlar tu salud al cien por cien, pero siempre he hecho mucho por mi salud al correr. Estoy orgullosa de ello», dice Ruth.
Pero incluso Ruth no puede detener el proceso de envejecimiento por completo. Ella se lo toma con humor: «La única manera de vivir una vida larga es envejecer. Y eso es algo que hay que aceptar. Este año tiene planeado un viaje de running a Menorca, España. Hará footing y, sobre todo, senderismo, es decir, hará algo bueno para su salud.